Ella era el
símbolo del trabajo, por eso seguramente eligió ese día para irse, hace ya
muchos años. Ni estando en vacaciones descansaba, iba a casa de amigas que la
invitaban desde diferentes lugares, y colaboraba en la cocina o haciendo
sugerencias para la disposición de los muebles o incluso modificaciones
edilicias. La familia siempre contó con su ayuda aun sin pedirla. Se aparecía
con regalos o simplemente un día tocaban el timbre y era un modular, o un
lavarropas, encargados por ella para quien consideraba lo estaban necesitando.
El desconcierto daba paso a la gratitud, claro, pero costaba acostumbrarse a
esa modalidad tan suya. Recuerdo a uno de estos señores que llegaban con los
envíos decir: ¿Su mamá nunca regala pañuelos? Desde chica la veía buscar qué
hacer para mejorar, siempre alguna idea aparecía que le brindaba progreso. Así
supo conseguir su propia vivienda, ya separada, y darse el lujo de dejársela a
uno de sus hijos cuando se casó y movilizarse de inmediato para obtener otra
donde ir a vivir. Entre préstamos y créditos lo consiguió. Como decía, el
trabajo era su motor, nunca la escuché quejarse por cansancio. El último año de
su vida sí decidió que ya era suficiente y se dejó estar. Ya no pudimos
convencerla para continuar, pero tuvimos la oportunidad de ayudarla a ella, que
tanto había hecho por todos los que la rodeaban. No sé si le agradecimos lo suficiente
y si lo recibió de la misma manera, los que quedamos todavía por estos lares le
seguiremos diciendo, ¡gracias Blanquita!
Qué gran persona. Un beso
ResponderEliminarSin duda una gran mujer...
ResponderEliminarY una satisfacción haber podido compartir la vida con ella!
Gran abrazo Cristina.
Amor eterno sin duda.
ResponderEliminarUn nabrazo.
Sí Susana, fue un ejemplo de amor a la familia, un abrazo!
ResponderEliminarErnesto, era mi mamá y teníamos nuestros choques, como suelen ocurrir entre madres e hijas, pero ella saltó por encima y siempre se salió con la suya, un abrazo!
ResponderEliminarUn recuerdo para siempre, gracias Olga y Carles, un abrazo!
ResponderEliminarUna preciosidad de mujer... creo que tú eres muy parecida a ella. Si alguien te describiera así, yo no dudaría de que fueras tú.
ResponderEliminar¡Un abrazo grande!
Ay Sara, ojalá yo tuviera esa garra, que sí heredó mi hija mayor para conseguir su futuro, solo podría decirte que sí pienso en mi familia como algo primordial, solo tu cariño me agrega cualidades, un abrazote!
ResponderEliminarSi es grande mi cariño hacia ti, pero tus cualidades son muchas.
EliminarBesos.
¡Que detallista! Mi madre también lo fue, siento no ser yo como ella. Como dice mi hijo pequeño, soy una "saboría". La palabra exacta es desaborida, pero el lo dice con mucha gracia. Pues como te digo, yo no soy "ná de ná".
ResponderEliminarIrse con San Cayetano también fue un acierto. Aquí en Madrid se celebra mucho su fiesta.
Un abrazo.
Por ahí tu nieta lo heredó, Ma de los Angeles, los genes se trasmiten, a veces generación por medio, me hace gracia la palabrita, pero seguro tenés muchas otras cualidades, un abrazo!
ResponderEliminarSeguro una luchadora. Te mando un abrazo
ResponderEliminarGracias Gustavo, es así, un abrazo!
ResponderEliminarUna persona muy generosa y un madre ejemplar. Yo creo que tú heredaste de ella ese carácter de buena persona, humilde y de luchadora.
ResponderEliminarUn abrazo amiga.
Ojalá fuera la mitad, Rayén, gracias, un abrazo!
ResponderEliminarHay seres llenos de amor que nunca se cansan de amar...y de dar
ResponderEliminarPaz
Isaac
Que es la mejor manera de vivir, Isaac, gracias, un abrazo!
ResponderEliminarPersonas así son de nunca olvidar, maravilloso ejemplo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Rafael, quiero decirte que no puedo entrar a comentar en tu blog desde las dos últimas entradas tuyas, de todos modos pude leer tus tiernos y sentidos homenajes, gracias, un abrazo!
ResponderEliminarUn ejemplo de mujer, lindo leer este texto, abrazos.
ResponderEliminarY olvidaba decirte que el 7 de agosto es festivo en mi país pues se celebra la Batalla de Boyacá en la que se selló la libertad del país
ResponderEliminarLuz&Cariño
Isaac
Hola Boris, gracias por tu visita, realmente es así, un abrazo!
ResponderEliminarQué buena coincidencia, Isaac, un abrazo!
ResponderEliminarToda una mujer ejemplar, María Cristina!
ResponderEliminarFuerte abrazo
Sara! No había visto este comentario porque recién ayer me recompusieron la información de las entradas por correo, gracias por tu cariño, que es correspondido a pesar de la distancia, un abrazo!
ResponderEliminarHola Pili! Sí ya lo creo, por suerte fue mi mamá, un abrazo!
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