MI HIJO MENOR

Está preocupado por mí. Hace un tiempo que me dice, tenés que sociabilizar más, estás muy encerrada.  Se contradice con su actitud de no dejarme hacer las compras, ni siquiera las más simples y cercanas, me cuida por mi columna deteriorada. Pero volviendo a su tema, no puedo convencerlo de que estoy muy bien dentro de mi casa, salgo a encontrarme con alguna amiga de vez en cuando, frecuento a otra que realiza actividades en un centro que dirige, y otra más que vive en Mendoza, con quien hablo por whatsapp, además de mis relaciones por internet. Hace unos días me puse a bucear en mi bolsa de recuerdos, encontré infinidad de trabajitos y tarjetas con dedicatorias que mis tres hijos me hicieron durante toda su infancia y también en su juventud. Tuve momentos de emoción y de sonrisas combinados. Esto derivó en rememorar años y años de súper actividad, donde me desdoblaba para cumplir con diferentes obligaciones, no sé cómo hacía, pero las mujeres tenemos esa condición, podemos estar en varias tareas a la vez. Está bueno descansar!  Imagino que su inquietud se debe a su propio cambio. Luego de superar dos duelos, su noviazgo interrumpido y la muerte de su papá, ocurridos uno detrás del otro, y que lo llevaron a dos años de quietud. Ahora, por suerte, se ha recuperado, está por iniciar una nueva carrera universitaria, lee mucho, sale a menudo, tiene intereses variados. Entonces me mira a mí y le parece que yo estoy demasiado inmóvil. Y es que quiero estarlo!  Me siento bien, tengo conversaciones diarias con la radio, la tv, el teléfono y youtube.  A veces entra y me dice, con quién hablás? Y es que estoy interactuando con algún programa! Actualmente me encuentro más interesada en temas relacionados con el planeta en general, es más saludable para lo que me queda por vivir. Mientras tanto hago planes para más adelante, cuanto más adelante mejor!