Ambas
nos parecemos bastante, amamos la vida sencilla, cuando salgo a la galería, en
casa de mi hija, de inmediato me acompaña, a veces trae una pelotita para que
juguemos, pero al ver mi poco entusiasmo, se queda estirada a mis pies,
resignada. Su lugar preferido es el sillón del living,
cubierto con toallones que se cambian a menudo porque sale y entra trayendo
pastos y barro en sus patitas si el día fue de lluvia. Una mañana me senté en
el medio del césped a tomar el sol tempranero, ella se quedó mirándome un rato
y luego marchó a otro sector. Me di cuenta de que yo había elegido un lugar muy
húmedo aún por el rocío nocturno. Es más inteligente, eso seguro. Tenemos
diálogos interesantes, entiende perfectamente. Una tarde yo comía un scon y me
reclamaba compartirlo, le dije, esto no es para vos, tiene manteca. Me miró
seria, dio la vuelta muy ofendida y se fue. Cuando mi yerno está preparando los
elementos para llevarla a pasear, correa, bolsita, esos pocos movimientos le
dan la pista, da vueltas, jadea, entonces la llamo a mi lado y le hago mimitos
para tranquilizarla. Comprende que ya no estoy en edad de andar a los saltos
detrás de ella, así que mientras yo reposo hace sus veloces círculos por todo
el terreno. Aunque no convivo de manera permanente, voy seguido, su saludo es
gemir como loca y llevarme afuera porque se hace pis, entonces se recuesta
sobre mis zapatos para que no me mueva y nos quedamos ahí un rato mientras le
acaricio el lomo. Creo que mi signo Perro en el horóscopo chino tiene mucho que
ver con esta relación perruna, humana, nos conformamos con poco, disfrutamos de
la vida y somos felices.