Se sentó del lado de la ventanilla, abrió su saco y del bolsillo interno apareció la pequeña botella, sorbió un poco y la guardó. Luego miró la calle, como si no le importara que alguien hubiera observado su acción. Le extrañó la oscuridad, sus ojos no podían vislumbrar imágenes, se vio en un escenario distinto.
Caminaban tomados de la mano, apenas se oían palabras. El sentía el amor salírsele por los poros, pero la frialdad de ella lo paralizaba. El querer hablar de trivialidades tampoco daba resultado. Al despedirse, no acordaron la nueva cita.
El viaje lo llevaba y traía en el vaivén de los recuerdos, adormecido por el alcohol. Era mejor así, no pensar demasiado, dejarse amodorrar por ese calor reconfortante.
La frenada brusca desató un griterío descomunal a su alrededor, perturbando las ensoñaciones que tan bien lo protegían. Miró sus manos vacías y buscó otra vez la botellita milagrosa, no tenía nada que ver con el mar de gente que, inexplicablemente encimados unos sobre otros, caían sobre él, casi ahogándolo.
Triste realidad que ocurre en muchas ocasiones cuando los revéses de la vida, te golpean.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
MARIE CRIS
ResponderEliminarJaja
ante la frialdad de ella recibió un mar de gente que se le caía encima, que no se queje, jaja
mariecris
vos sabés que la señora por la que tanto lloré, está viva, la que había muerto era su tía que llevaba el mismo nombre y apellido (tía paterna), jaja
bue, beso nena
Sí Armando, a este señor lo vi en un colectivo y de ahí surgió esta historia, por ahí nada que ver con la realidad de él, pero me resultó inspirador, un abrazo!
ResponderEliminarBuena metáfora Magú! Y qué suerte que la señora que querías tanto todavía esté con vida, debe ser un gran alivio para vos por lo que representa para tu hermanita, un abrazo!
ResponderEliminarMuy buen Relato.
ResponderEliminarLos Recuerdos enfrascados en litros de alcohol.
Un abrazo.
El alcohol es lo que tiene... al tomar te sumerges en un mundo que nada tiene que ver con el real, hasta que un día no sabe cual es el real y cual el de los tragos.
ResponderEliminarMuy bueno Cristina!
Un beso :)
Buen relato, pero me pone triste.
ResponderEliminarLa vida es triste, me parece.
Un abrazo.
Como la droga, como un mundo paralelo en donde las cosas suceden a nuestro lado y no nos afectan. Un texto genial Maria Cristina, siempre será un placer leerte preciosa.
ResponderEliminarGracias Pedro, los comentarios que me hacen lo dotan de nuevas facetas, gracias, un abrazo!
ResponderEliminarEs así Nieves, alguna vez conté de un vecino que tiene esa cruz y uno se siente impotente por no poder ayudar, un abrazo!
ResponderEliminarNo Gaucho, la vida de algunas personas es triste, y en algunos casos debe ser porque no pueden ver el lado hermoso, hay que tratar para disfrutar lo que tenemos en cada etapa que nos toca, un abrazo!
ResponderEliminarQué bueno recibir la presencia de Don Quijote! Espero seguirte también, gracias, un abrazo!
ResponderEliminarEXCELENTE RELATO MARIA CRISTINA.
ResponderEliminarEL ALCOHOL ADORMECE TANTO QUE TE EVADES DE LA REALIDAD, ENTRANDO EN UN MUNDO GRIS SIN IDENTIDAD.
UN BESITO.
Luján, la evasión es a veces el único camino para algunas personas, un abrazo!
ResponderEliminarMuy buen relato amiga maría cristina, tomando es tan fácil evadirse del mundo real, como tan difícil es salir de ese letargo, lo mejor es quedar al margen de ese artilugio,,,,abrazos.
ResponderEliminarAhogado en su propio mundo. Seguramente el alcohol le calma la soledad. Muy bueno! Saludos cordiales.
ResponderEliminarHola Parece... acabo de visitarte también, gracias a que apareciste en mi blog con este comentario, veo que también estabas entre los "borrados", en fin, gracias por venir, es así, mejor llorar nuestras pensas hasta que pasen y volver a amanecer, un abrazo!
ResponderEliminarGracias Filial Santa María, algunas personas no encuentran otro camino, un abrazo!
ResponderEliminarMe encantan tus atmósferas, la intensidad espiritual que sugieren.
ResponderEliminarPiensas, sientes..
(En cuanto a la redacción del texto...
Es posible que el oficio de reescribir enriquezca el estilo.)
Hola Maria Cristina, como siempre tus relatos son intensos y bien logrados. Las adicciones hacen que se pierda la realidad
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Anuar, en cuanto a la reescritura, ya sabés que no es mi fuerte! Pero el tiempo hace su trabajo, un día lo busco en mi carpeta y le doy otra mirada, funciono así, qué le vas a hacer, un abrazo!
ResponderEliminarHola Lapislazuli, la realidad es para algunos demasiado real, un abrazo!
ResponderEliminarHola, María Cristina:
ResponderEliminarTal vez al hombre le duela más la perdida de la botellita que, los golpes recibidos por el amor y la frenada.
Un abrazo.
Rafael, muy buen mozo en la nueva fotografía! En cuanto a nuestro personaje, él ni registraba el accidente, sólo buscaba su botella, tal cual, un abrazo!
ResponderEliminarMaría Cristina una historia muy
ResponderEliminartriste que sucede muchas veces por
desgracia. Se me ocurre que podíamos rezar por estas personas.
¿ Te parece? Un abrazo fuerte.
¡Gracias! Dios te bendiga.
Es así Marian, la evasión es a veces su único camino, un abrazo!
ResponderEliminarHola María Cristina! paso porque quiero decirte algo muy importante para mí, me llamaste en otro blog.Y me sacaste una sonrisa!!!!!!!!
ResponderEliminarQué buena persona sos! no te conozco pero no me caben dudas.En todo lugar donde dejás huellas se te nota.
Gracias Señora.
Un beso con mucho cariño
Mónica-Rcia.Chaco
Hola Maria Cristina. Si... so los efectos que produce el alcohol. Como una especie de viaje, de apertura vaya uno a saber que dimension. Y cuando este desaparece todo eso se cierra y queda solamente este que solemos ver todos los dias jaja.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué real esta entrada!
ResponderEliminarMuy bien relatada.
Cuántas vidas y cuántos entornos arruina el alcohol.Y las penas, que parecen borrarse mientras tanto...
Un beso
Mónica-Rcia
Mónica! Qué alegría saber que estás ahí, y más con nuestro amigo, espero que las tristezas se superen y puedan compartir su vida con alegría y paz, tuve una tía política chaqueña, lo más divertida, en cuanto al relato es como vos decís, a veces parece que se olvidan, solo se disfrazan, un abrazote grande!
ResponderEliminarHola Gustavo, sí, son velos para no ver, pero a veces no se pueden evitar, un abrazo!
ResponderEliminarUN BESO GRANDE MARIA CRISTINA
ResponderEliminarQUE TENGAS BONITO DIA, AMIGA.
ABRAZOS.
Gracias Luján! Un abrazo
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