sábado, 25 de agosto de 2012

AMOR REAL

                          Lo pusieron allí y de vez en cuando le echan agua, pero su apariencia no mejora. Me estoy secando, piensa el arrayán. Nadie se da cuenta, de a poco pierdo lozanía. Sus pequeñas hojas van cayendo sobre la heladera que le sirve de apoyo. La dueña de casa parece desconocer lo básico para mantener viva una planta, o un árbol, porque se sabe que el arrayán es un árbol, o lo será en el futuro, si llega, claro.

                           Enfrente, a escaso metro y medio y con unas pocas hojas verdes, muchas amarillas y un solo manojo de florcitas, un malvón está pasando por una situación similar, colgado de un portamacetas, entre las dos aberturas de la cocina- lavadero. Me riegan sólo cuando es necesario, piensa,  pero voy camino a secarme.

                            Un día, se encontraron los dos en el balcón, uno al lado del otro, muy juntos. El malvón, sorprendido con la nueva compañía, lo miraba de reojo, lo olía al arrayán. Estaba a la vista que no producía flores. Él, al menos tenía un ramillete, aunque casi marchito. Temblaba, pensando que, si no engendraba nuevos pimpollos, perecería.

                             El arrayán, mientras tanto, comenzó a sentir la proximidad de esa plantita insignificante que le habían puesto al lado. Él debería tener un lugar propio y bien amplio, con una base de tierra sustentable, de otro modo, ¿cómo cumpliría su destino de árbol?

                             Sin embargo, le caía bien el malvón. Por las noches, cuando la brisa era más fresca, veía extenderse sus ramas, como para alcanzarlo. Tal vez no le fuera indiferente tampoco, y buscara su protección con el fin de hacer amistad. ¿Por qué no?  Lo mejor sería que unieran sus energías y planearan una relación en común para tener algún futuro.

                             Fruto de esta unión, el arrayán, con sus hojas tiernas y lustrosas, hoy desborda la maceta y el malvón luce orgulloso sus ramilletes de flores rojas, que van naciendo y muriendo en un ciclo sin fin.

42 comentarios:

  1. Tienes el don de emocionarme...siempre querida amiga...
    Un ciclo sin fin...

    http://youtu.be/Um5__vZliSY

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  2. Gracias Remei, más rápida que un bombero llegaste a mi blog! Un abrazo!

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  3. Un amor oloroso y espero que duradero.

    Besitos.

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  4. Qué bonito lo que has escrito María Cristina.

    Un beso.

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  5. MARIE CRIS
    Es mágico, místico, y positivo

    arrayán uno y malvón
    se unieron en el balcón
    abrazándose contentos
    se nutrieron sus sustentos
    y brotaron de alegría
    fueron a la pizzería
    y pidieron un fainá

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  6. Historia muy original y bonita, me encantó!

    Un besote :)

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  7. Me ha encantado la historia preciosa del arrayán y el malvó...¡Que imaginación!
    Un abrazo.

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  8. Sí Ana, es duradera, aunque con algunos cambios de macetas, gracias, un abrazo!

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  9. Gracias María, para ejemplo de las personas, las plantas nos enseñan, un abrazo!

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  10. Gracias por el poema Magú! Ahora se agregaron una rosita, una cala, una santa rita y un lazo de amor para ponerle broche! Un abrazo

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  11. Gracias Nieves, el resultado es real! Solo las elucubraciones de las plantas fueron imaginadas, un abrazo!

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  12. Hola Pedro, bueno, las plantas están vivas gracias a toda esa perorata, ja ja ja, un abrazo!

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  13. muy lindo relato con un excelente mensaje. Aunque en la realidad muchas plantas se ayudan entre si, se ve que lo sabés. Muchos saludos Cristina.

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  14. Gracias Lao, sí, heredé luego de algún tiempo el saber de mi mamá, al principio, cuando ella se fue tuve una gran rebeldía, tiré todas las macetas a la vereda, otros se las llevaron, pero de a poco me fueron regalando, estas dos fueron las primeras, gracias, un abrazo!

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  15. Hola Maria Cristina, hasta la solidaridad de las plantas mejora la vida. Hermoso relato, como siempre
    Un abrazo

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  16. Simbiosis.

    Que bonito.

    Yo compre un potus.

    Con que se llevará bien?

    Un abrazo.

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  17. Hola Gaucho, creo que cualquier plantita que le pongas al lado va a servir para conocerse, ahora, de ahí a que hagan buenas migas, Dios dirá! Un abrazo

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  18. Precioso María Cristina.¡Enhorabuena!
    Un abrazo. Dios te bendiga.

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  19. Aquí decimos "Siempre hay un roto para un descosido" y lo aplicamos a todo aquello que se acerca para unir fuerzas, para ayudarse, para quererse cuando más nadie se interesa por ellos. Y se hacen fuertes y resisten porque ya ves , hasta las plantas lo logran amiga. Adorable tu historia, cada vez que te leo me voy encantada Maria Cristina, gracias siempre por compartir. Un abrazo enorme.

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  20. Gracias Lyliam, acá también tenemos ese dicho! Un abrazo!

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  21. Siempre hay donde aprender.
    Un abrazo

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  22. Hola, María Cristina

    La unión hace la fuerza, y la amistad, el compañerismo, el amor, hace el resto, dar fruto.

    Transmites un mensaje muy bonito.

    Besotes.

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  23. Hola, María Cristina:

    Por algo suele decirse que la unión hace la fuerza y que la soledad es mejor en compañía.

    Por aquí en mi tierra el Arrayán es un árbol muy querido, aunque ya poco se ve.

    Un abrazo.

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  24. Hola Jan, intenté ponerme como seguidora pero no sé hacerlo, conozco la manera tradicional de los blogs, gracias por tu visita!

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  25. Gracias Ma.Eugenia, en la naturaleza encontramos ejemplos a seguir, un abrazo!

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  26. Gracias Rafael, ahora tengo más habitantes en el balcón, por un tiempo fueron los únicos, un abrazo!

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  27. mi amiga como siempre vos dandonos enseñanzas fabulosas que nos permiten reflexionar tienes una facilidad de palabra cosas qeu muy pocos lo tiene y un arte de expresarlo en hora buena

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  28. Se ayudaron mutuamente. Que lindo relato, así en la vida las personas deberíamos cuidarnos.

    mariarosa

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  29. Sin proponérselo, las plantas nos son ejemplo de tesón y de aunar esfuerzo.
    Que se lo digan a la conjunción arrayán-malvas.
    ¡pero que ternura de escrito, Mª Cristina!

    Un bien grande abrazo

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  30. Gracias Lugar de Paz! Un abrazo grande!

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  31. Es así Mariarosa, las plantas nos dan su ejemplo, y pensar que creemos ser los reyes de la creación! Un abrazo

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  32. Gracias Pili, maestra de verbos incomparables! Un abrazote.

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  33. Hola Maria Cristina. Muy lindo. Original. Y quien sabe. Uno ve tantas plantas una al lado de otra en jardines, macetas. Quien sabe si no se hablan entre ellas, no se dan fuerza, incluso a veces cuando hay viendo rozan sus ramas. A lo mejor sean caricias.
    Un abrazo

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  34. mas allá de la historia de amor de tu cuento, que es muy válida claro, soy de las que "sufre" cada vez que veo un árbol en una maceta. Los a´rboles necesitan el amor de la tierra, esa que les permite crecer y crecer a sus raíces y darle la fuerza y altura propia de su especie. En fin, utopías con las que convivo

    besos

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  35. LA REALIDAD, DICEN, QUE LAS PLANTITAS NECESITAN ESTAR ACOMPAÑADAS PARA ESTAR MÁS BELLAS.
    PRECIOSO RELATO.
    BESOS.

    PD CUANDO CIERRO LOS COMENTARIOS ES PORQUE ME SIENTO MUY CANSADA.
    CARIÑOS

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  36. Hola Gustavo, qué lindo lo que decís, gracias, un abrazo!

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  37. No sufras Laurita, las plantas son sabias, más que nosotros y se adaptan, incluso a la ignorancia de sus dueñas! Un abrazote!

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  38. Luján, pero al fin sos humana! Tanto trabajo te tomás con tus blogs, no es para menos, sos muy dueña de tomarte tus descansos, de todas maneras tus seguidores acompañaremos tus hermosas entradas con recuerdos de todas las épocas, un abrazo!

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  39. Una historia fascinante que he disfrutado mucho. Muy buena creación y mucho talento. Saludos cordiales.

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