Enfrente hay un edifico más viejo que el mío, alguien observa disimulado, igual que yo, lo que pasa alrededor; la curiosidad nos aúna y acorrala. Nada de mirar directamente, sólo de soslayo, inclinando la cara hacia otro lado, no quedar en evidencia. El primer piso fue remodelado hace unos quince años, llegó una mujer joven con su pequeño hijo y ahí nomás hubo festejo, luces, globos, ruido, gente entrando y saliendo del balcón. El bullicio fue el acicate, me asomé de inmediato y vi a un grupo de chicos de no más de seis o siete años, arrojando los globos hacia la calzada y disfrutando en grande cuando el paso de un automóvil los hacía explotar. Suspiré aliviada cuando una parejita de enamorados que transitaba por la vereda, alcanzó a salvar algunos y se los llevó de souvenir. Ahora la mujer está sola, el hijo no aparece, al menos no por el balcón.
En el último piso también hubo diferentes remodelaciones, ya con la ventaja del patio terraza que fue cubierto y acondicionado con equipo de aire. Ahí vive un matrimonio de mediana edad, un adolescente se deja ver de vez en cuando. Hace dos años nació un segundo hijo. El es alto, corpulento, con un abdomen considerable. Se sienta en su cómodo sillón y mira hacia donde estoy, asomando su cabeza entre la mampara y el enrejado. Digo, mira, pero disimula, como yo. Abarcamos la totalidad del paisaje con aparente indiferencia. La mujer es bajita, morocha y agradable, ella riega las plantas y acomoda al pasar, luego desaparece. Mi balcón es abierto, yo salgo, me instalo en los sillones, extiendo las piernas y tomo mate o leo, según la hora. Aunque el mate no tiene horario, hay ocasiones en que el calor de la noche me lleva a la brisa fresca y a la infusión reparadora. Desde hace un tiempo, lo hago de espaldas a mi compañero curioseador, para demostrarle que no me importa si está ahí o nó para vistear. Giro la cabeza y espío por el rabillo, lo adivino en la oscuridad. A veces enciende y apaga las luces al momento, como un mensaje, acá estoy. Cuando decido entrar y bajo la persiana, siento su mirada clavada en mí como diciendo, hasta mañana.
Al mas puro estilo Hitchcock. Aunque aquí el "espionaje" o curiosidad vecinal parece ser mutuo... quizás salga de aquí una amistad.Quien sabe!
ResponderEliminarUn besote :)
Esto es una amistad en la distancia!
ResponderEliminarCreando códigos, los dos hacen lo mismo y lo saben...
Ay! Cómo me gustaría saber la crónica del vecino...
Amiga, yo quiero probar el mate! Ya te contaré si me gusta...a ver dónde lo encuentro...espero que haya en el supermercado y que vengan con la explicación para prepararlo...
Ya te contaré!
Un besote!
Otra vez soy la primera...
;)
Vaya...se me adelantaron...
ResponderEliminar:(
No importa, medalla de plata!
;)
Hola?, María Cristina; me parece muy común éste diálogo oculto entre vecinos, que aun no han dado el primer paso para un encuentro amistoso, pero ahí está la oportunidad para hacerlo, gracias por éste post, besos...
ResponderEliminarDe visitas en tu casa y encantada de haber entrado , muy lindo blog , muy buen post ... como la vida misma ...
ResponderEliminarun abrazo y sonrisas Maria Cristina
¿Nunca le hablaste?
ResponderEliminarTal ves este buscando una charla, alguien que calme su soledad. Los edificios modernos nos comunican a medias, era más lindo antes cuando los vecinos salían a la vereda, compartían un mate y charlaban de todo, ¿No te parece?
Un abrazo y buen domingo.
mariarosa
Eso suele pasar con los vecinos, es más común de lo que uno puede llegar a creer. Muy bien contado, con un halo de misterio.
ResponderEliminarUn beso grande Cristina.
Hola Maria Cristina. Interesante. Si... en cada departamento es un mundo, vaya uno a saber que historias se traen, desde cuando hacen que estan en ese lugar, etc. Ahora como lei en otro comentario. Faltaria el encuentor cara a cara. Porque eso de apagar y prender la luz me hizo acordar al programa de Lapegue jaja.
ResponderEliminarUn abrazo
MARIE CRIS
ResponderEliminarJusto tu cuento para mi momento
mirá la de woody que te dije (la de conocerás al hombre d etus sueños, hay algo d eso del balcón vecino)
en frente se desocupó la casa, internaron al vecino viejito, la casa está en sucesión, era de sus papás, pero él tienen ocho hermanos (algunos fallecieron) LA CAsa está vacía, y quiero que la vendan ya, poruqe sino la puede ocupar gente mala, uf, mandale reiki para que la compre gente buena, ojalá fueran fantasmas o fugitivos, jaja son más discretos que los usurpadores. bue, hermoso nena, beso
Maria Cristina me resulto interesante el tema de los códigos con tu vecino de enfrente
ResponderEliminarSos de las mías con el mate, en toda estación, en todo momento
Un abrazo
Diálogos Fascinantes y llenos de enigmas entre el submundo de una Comunidad.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo.
Es así Nieves, somos dos curiosos de nuestra vecindad, y además nos encontramos en la carnicería de vez en cuando con él y su familia, nos saludamos e intercambiamos comentarios, pero del espionaje no se habla ja ja ja, un abrazo!
ResponderEliminarRemei, vas a encontrar explicaciones en internet, yo no te las doy porque mis mates se lavan!!!! ja ja ja, pecado mortal para una cebadora. Y es porque no sigo las reglas, un abrazote
ResponderEliminarja ja ja, viste que a veces uno está comentando y cuando entra ya entró otro? es gracioso!
ResponderEliminarHola Lobo, en realidad nos conocemos de hacer compras en familia en el barrio, pero ese tema del espionaje no se toca ja ja ja, gracias por la visita, abrazo!
ResponderEliminarGracias por la visita Normis, ya pasé a conocerte también, a veces cuento cosas de la vida cotidiana, otras, invento cuentos para desafiar a mi imaginación, un abrazo!
ResponderEliminarSí Mariarosa, nos conocemos de las compras en el barrio, él las hace con su esposa y el hijo, charlamos entre los tres cuando nos cruzamos, pero del espionaje no se dice una palabra! ja ja ja, un abrazo!
ResponderEliminarHola Luján, en estos momentos no estoy tan balconera por distintos motivos, entre ellos el frío, ja ja ja, pero es lindo mirar a la gente e imaginar las cosas que viven y de ahí pueden nacer historias no es verdad? Un abrazo!
ResponderEliminarSí Gustavo, andamos Lapegueando! No, fuera de broma, uno exagera con la imaginación a veces, pero somos gente seria ja ja ja! Un abrazo
ResponderEliminarHola Magú, sí ya la pedí en el video pero no pasé más porque mis horarios no coincidían, estaba cerrado. Quedate tranquila, seguro vas a tener buenos vecinos o buenos fantasmitas!!!! ja ja ja, un abrazote!
ResponderEliminarLapislazuli, el mate es un compañero incondicional en todo momento, si estamos contentas o tristes o ansiosas o melancólicas, un abrazo!
ResponderEliminarGracias Pedro, es fascinante la vida de los demás que imaginamos no? Un abrazo!
ResponderEliminarpor un momento iba a decir, hasta te imagino sentada en el balcón mirando y tomando mate...y fue cuando lo lei
ResponderEliminarDescripciones precisas que me ubicaron en ese balcón al lado tuyo. Muy bueno, Cris
besos
Un matecito, Laurita! Te dejo el sillón de al lado, abrazo!
ResponderEliminarA veces está bien un poco de cotilleo, pero mucho mejor...el mate.
ResponderEliminarUn beso
Muy buena narración la tuya María Cristina, sencilla, sin rebusques, y muy correcta.
ResponderEliminarUn tema simple y sin embargo has hecho una narración con él.
Un placer leerte.
Hola, María Cristina:
ResponderEliminarEs inevitable la curiosidad cuando tenemos los vecinos justo al frente de nuestras narices.
Un abrazo.
Bel post, brava!! buona giornata....ciao
ResponderEliminarUna amistad en el silencio.Muy bella
ResponderEliminartu testimonio.¿ Quizás algún habléis?
Muchas veces sobran las palabras.
¿ Verdad ?
Feliz día. Un abrazo.
Dios te bendiga.
Hola Ma.de los Angeles, no me digas que te gusta el mate! Alguien de por estos pagos te lo hizo conocer? Un abrazote.
ResponderEliminarMe encanta tu manera de presentar un texto desde las cosas más comunes, esas que todos vivimos pero no las notamos jjajajaj. Y si, son algo así como códigos que nos enviamos, ganas de hacer amistad? ganas de decir este es mi territorio! jajajjaj Un abrazo Maria Cristina, con cariño como siempre.
ResponderEliminarHola Rober, gracias por tu visita, fui a conocerte y me encontré con un grupo de blogs a tu nombre, voy a elegir uno para seguirte y de ahí paso a los demás, un abrazo!
ResponderEliminarEs así Rafael, muy elegante la nueva fotografía con sombrero, un abrazo!
ResponderEliminarGracias Giancarlo!
ResponderEliminarGracias Marian, un abrazo!
ResponderEliminarHola Lyliam, cosas de vecinos curiosos, un abrazo!
ResponderEliminarFELIZ SEMANA MARIA CRISTINA Y GRACIAS POR ESTAR SIEMPRE, POR VENIR A MI CASA, LO VALORO MUCHO.
ResponderEliminarUN BESO Y UN ABRAZO
Gracias Luján! Abrazo
ResponderEliminarhola mami, siempre te gusto la ventana indiscreta...
ResponderEliminarbeso grande
sandra
Pd: me muero con la señora que habla de "cotilleo" me encanca!!!
Hola mami! Espero no tener esos incidentes por ese motivo ja ja ja! La señora del cotilleo es Ma.de los Angeles, una mujer de armas tomar, abrazote Sandri!
ResponderEliminarHay tantas formas de complicidad y tanta belleza que admirar, que quien no se resistiría a mirar por aquella ventana.
ResponderEliminarAquella frase que dice: te soy fiel hasta con el pensamiento, es puro cuento jajaja
Abrazos alados, amiguita!!!
Es verdad Diana, pero en este caso no es romance, solo curiosidad compartida, menos mal!!!! Abrazote!
ResponderEliminar